EL MUNDO DE BALADA DE LOS CAÍDOS
I
El que llamáis Dios sólo es uno
entre otros. No es el Creador, aunque ha usurpado ese nombre.
II
Hay muchos más dioses, que
fueron confinados por Él en otra dimensión, el Abismo o Tártaro, hace eones;
desde entonces, pugnan por liberarse. Son los Antiguos, encerrados allí junto a
sus servidores. Estos últimos son los monstruos de las mitologías, recuerdos confusos de otros tiempos en que alguno de ellos conseguía escapar a este mundo.
III
Eras después, la rebelión de los servidores
de Dios, los ángeles, condujo a la Batalla Celestial. Los Traidores, derrotados,
fueron arrojados del Empíreo al mundo material. Los Caídos sufren así su
castigo, atrapados en la materia.
IV
Entre el Empíreo, espiritual, y
el Abismo, una dimensión de horror y sufrimiento indescriptibles que bien
podría ser llamada Infierno, se encuentra el universo físico o Purgatorio, una
realidad intermedia en la que los Caídos viven atrapados. Debido
a su condena, se reencarnan en este mundo, como mortales, una y otra vez,
olvidando quiénes y qué son y teniendo que recordarlo, lo cual a menudo los
hace enloquecer. A medida que recuerdan sus vidas pasadas, despiertan sus
poderes, por lo cual a lo largo de la historia han sido chamanes, profetas o
héroes adorados por los humanos, pero también hechiceros y brujas perseguidos y
destruidos por ellos.
V
El universo material se interpone
entre el Abismo y el Empíreo, por lo que, en su intento de escapar, los
Antiguos envían a sus horripilantes servidores a través de grietas entre mundos.
Los Caídos deben destruirlos para que no arrasen la realidad en la que ellos
mismos están confinados. Mientras tanto, se dedican a controlar a los mortales
desde la sombra. Éste es el mundo de los Caídos. Éste es vuestro mundo.